Causas de la caída del cabello y cómo prevenirla 

Al contrario de lo que se tiende a pensar, la pérdida de la densidad capilar no es territorio exclusivo de los hombres y consecuencia solo de la edad. Nada más lejos de la realidad. Tanto hombres como mujeres de cualquier edad, (alrededor de un 50% de la población) lidian con este inconveniente estético que puede hacer mella en la autoestima. Los motivos son diversos pero hemos querido destacar los más importantes:

  • Factores genéticos: los cambios hormonales naturales y relacionados con la edad son una predisposición familiar común que pueden desencadenar la caída del cabello. Esto lo causa la transformación de testosterona a dihidrotestosterona y puede heredarse de la madre o del padre.
  • Estrés: entre otras cosas, provoca una disminución del flujo sanguíneo en los capilares, restringiendo la absorción de oxígeno, nutrientes y vitaminas en el folículo del cabello.
  • Motivos de salud: como por ejemplo, un trastorno en el funcionamiento de la hormona tiroidea o los cambios hormonales naturales que experimenta la mujer tras el embarazo y durante la menopausia.
  • Los agentes contaminantes del aire y el agua, el cloro, metales y minerales se depositan en el cuero cabelludo y el cabello haciendo que pierda densidad.
  • Consumo de ciertos medicamentos: el folículo del cabello es extremadamente sensible a los cambios en el cuerpo. Cualquier terapia hormonal (incluyendo tratamientos anticonceptivos) puede causar pérdida de densidad del cabello, al igual que los esteroides, quimioterapias específicas, y la medicación para la presión sanguínea, diabetes, enfermedades coronarias o acné.
  • Alimentación: lo que comemos nos influye en gran medida. Un elevado consumo de grasas animales o una pérdida rápida de peso pueden provocar una carencia de aminoácidos, biotina, hierro, proteína y zinc, que son elementos esenciales para un cabello sano.

El mejor remedio anticaída es un cuero cabelludo sano: ¿sabes cuidarlo cómo se merece?

Cuando analizamos nuestra melena solemos limitarnos a comprobar si tenemos las puntas abiertas, si el pelo nos brilla lo suficiente...Y a menudo nos olvidamos de lo más importante, el cuero cabelludo, la base sobre la que se construye un cabello perfecto y el punto de inicio para luchar contra otra de las grandes preocupaciones acerca del pelo: la caída.

Para que os hagáis a la idea de una forma sencilla y gráfica, el cuero cabelludo es piel y por tanto para cuidarlo es necesario que en él sigamos la misma rutina que en el rostro: lavar, nutrir y proteger. Esta es la premisa principal de una de las marcas líderes en investigación anticaída: Nioxin. Sus tratamientos son diferentes kits de 3 pasos con productos formulados para promover la salud del cuero cabelludo y combatir el cabello fino en mujeres y hombres. Su valor diferencial es su enfoque de tratamiento inspirado en el cuidado de la piel para lograr un pelo más grueso y denso a la vez que refresca el cuero cabelludo y ofrece un brillo saludable al cabello. El primer paso limpia, gracias al champú, el segundo paso optimiza con la ayuda del acondicionador y finaliza con el paso más específico, en el que se aplica un tratamiento para el propio cuero cabelludo.

En definitiva, es importante que grabes en tu mente lo siguiente. El pelo sano y con raíces fuertes solo surge de un cuero cabelludo sin residuos. Cuando está muy saturado, el folículo se obstruye y por tanto no deja espacio para que crezca el cabello. Así, si tu cuero cabelludo está en mal estado es bastante probable que aumente la caída y el debilitamiento del cabello.

¿Cómo se consigue un cuero cabelludo sano?


Como ocurre con casi todos los rituales de cuidado, una vida sana es el mejor de los secretos. Aquí os dejamos algunos ejemplos infalibles:
Ojo con la dieta.

  • Beber mucha agua para fomentar la hidratación de todo el cuerpo (sí, incluida la del cuero cabelludo)
  • Llevar una dieta equilibrada, consumiendo alimentos que contengan nutrientes clave para mantener el cabello sano: el hierro, las proteínas y las vitaminas en general
  • Intentar mantener un estilo de vida saludable y realizar ejercicio habitualmente.

Rutina de cuidado

  • Lavar el cabello de manera consciente; masajear delicadamente el cuero cabelludo con las puntas de los dedos mientras se lava.
  • Lavar el pelo regularmente; aclarar con abundante agua limpia para eliminar cualquier resto de producto.
  • Sé proactivo .Tratar la caspa y otros trastornos lo antes posible para devolver el cuero cabelludo a su estado normal lo antes posible.
  • Sea cual sea el tratamiento que elijas, sé constante los resultados suelen ser visibles a los 20 días.

Equilibrio del cuero cabelludo

Al igual que el resto del cuerpo, nuestro cuero cabelludo contiene un ecosistema de bacterias específico, denominado microbioma. Este ayuda a mantener el equilibrio del cuero cabelludo y por tanto el crecimiento de nuevas fibras capilares. Lo que más afecta a este equilibrio es un cuero cabelludo con mucha grasa o por el contrario con mucha sequedad y descamación.

  • Identifica el malestar de tu cuero cabelludo

  • Evita el bloqueo de los folículos del cabello que provoca la acumulación de exceso de sebo, de caspa o de residuos de productos con champús específicos. Marcas como Schwarkopf tienen gamas como la de Scalp Genesis con un champú específico para tratar cada dolencia de tu cuero cabelludo.

  • Hacer un uso adecuado productos de acabado como gominas o espumas. Deberías usar solo la cantidad adecuada para el cabello y evitar aplicarlos directamente en el cuero cabelludo. No debería haber residuos visibles depositados en el cuero cabelludo.

¿Cómo puedes minimizar los daños en el cuero cabelludo?

La sensibilidad en el cuero cabelludo o enrojecimiento visible puede ser un indicador de que la piel está dañada. Y además de dolorosa, como hemos confirmado, impide el crecimiento de nuevas fibras capilares. Para mejorar esta situación te aconsejamos: 

  • Usa protección solar tanto para el cabello como para el cuero cabelludo. La exposición a la radiación ultravioleta puede secar y quemar el cuero cabelludo y el resto del cabello.
  • Evita los peinados muy tirantes. Aplicar tensión en las raíces con peinados que estiran demasiado el cabello somete al cuero cabelludo y a los folículos capilares a demasiado esfuerzo, provocando daños.
  • Evitar utilizar tratamientos químicos agresivos en el cabello con demasiada frecuencia, en especial si se tiene piel sensible.
  • Usa las herramientas de calor con precaución. Intenta que la temperatura no sea muy elevada y no aplicar el calor directamente en el cuero cabelludo.
Si aún siguiendo todos estos pasos el problema persiste, lo mejor es consultar a un dermatólogo para que realice un diagnóstico y determine la gravedad de la situación.